Biografía

RODRIGO GUZMÁN DÁVILA

Nació el 13 de marzo de 1965 en la ciudad de Tuluá. La Primaria y parte de su Bachillerato, la estudió en el Colegio “Céspedes”, de propiedad de su padre Don Rodrigo Guzmán Gómez y su madre Dascy Dávila Vargas; además estudió en el Colegio San Francisco de Asís, bajo la orientación del Padre Armando Salas y Fray Darío Uribe. Por el amor que profesaba al Gimnasio del Pacífico, bajo la dirección de Ramiro Devia, Don Rodrigo Guzmán Gómez convence a su hijo Rodrigo, para que termine su bachillerato en ésta Alma Mater. Lastimosamente tres meses antes de terminar el Grado Sexto (Once hoy día), se le desprende la retina del ojo derecho y no pudo terminar, y tuvo que esperar varios meses, mientras se recuperó satisfactoriamente.
Al año siguiente, o sea en el año 1983, sale egresado como bachiller del Instituto Julia Restrepo. Su primer título universitario es otorgado por el Centro de Educación Superior Antonio Nariño, a través de la Facultad de Sistemas; además es especialista en Administración de Empresas, tiene varios Diplomados en Investigación, Argumentación y Comunicación, ha tenido la fortuna de participar en talleres referentes a Técnica de Escritura y Oratoria, ha escrito varios libros entre los cuales se destacan “Fiestas Turísticas del Bofe, la Fritanga y los Inocentes”, “Mamá Blanca y Negra” y “Pasaporte al Purgatorio”. Aspira que con la ayuda de Dios, con cualquiera de estos libros muy pronto estará en la pantalla chica.
Don Rodrigo Guzmán lo enseñó a trabajar muy duro y a que las cosas tienen un valor, ya que nada es gratis en la vida.
Cuando era muy pequeño sembró un lote de cebolla en la finca de su padre, cuando estuvo la cosecha lista, Don Rodrigo le insinuó para que él mismo vendiera la cebolla en la plazuela y evitara intermediarios. Rodriguito, como todavía le dicen sus amigos por cariño, ni corto ni perezoso con la cebolla en un costal y una báscula, empezó a vender cebolla en un andén en la galería, como quien dice hizo su agosto. Una vez que viajaban para San Andrés, a la edad de 11 años, Don Rodrigo le insinuó nuevamente que llevara naranjas y guayabas, que en la Isla eso era oro, siete cajas de guayaba llevó y cuatro bultos de naranja, Don Rodrigo tenía razón, a buen precio vendió estas frutas. También en las vacaciones le tocaba pintar todos los pupitres del Colegio Céspedes. Todas estas experiencias y enseñanzas de su Padre, lo llevaron a ser una persona de bien y un empresario con presente y mucho futuro. Se hace este recuento para que los jóvenes tulueños lo miren desde un punto productivo.
Después de la lamentable y trágica muerte de Don Rodrigo Guzmán, su padre; ocurrida el 16 de enero de 1991, ingresó como Coordinador Deportivo del Colegio Céspedes, donde logró importantes triunfos deportivos a nivel departamental y nacional con esta Institución, estando allí le tendió la mano amiga a muchos estudiantes cuando lo necesitaron, no solamente del Colegio Céspedes, sino de otros plánteles educativos de la ciudad, siempre pensando en el bienestar de la juventud. En esta Institución trabajó hasta el año 2000, pero sus sueños van más allá, inclinado por las letras y el periodismo funda el Semanario El Periódico, en el cual nadie creía, ni nadie daba un peso, el primer año fue bastante duro, buscó socios para esta quijotesca labor y nadie se le apuntó, y estuvo cerca de cerrar esta ilusión. En la vida no hay nada fácil, hay que perseverar, replanteó varias cosas y se acordó de cuando tenía 10 años, cuando vendía cebolla larga cerca a la plazuela de Tuluá, de ese mismo modo, sin pena alguna y con ganas de salir adelante, salieron como boxeadores a vender el periódico, en cualquier esquina de los diferentes municipios vallecaucanos. Esto fue muy importante, porque El Periódico empezó a darse a conocer, y así se les facilitaría la venta de publicidad. Todo esto sumado a una importante cuadrilla de colaboradores, El Semanario El Periódico, que nació en Buga, se ha extendido a pasos agigantados, y hoy en día es uno de los principales medios escritos del Valle del Cauca.
Gracias a su abuelo materno Daniel Dávila Agudelo (quien en compañía de sus hermanos Horacio, Anastasio y Jesús fueron cofundadores del corregimiento de Barragán), y gracias a su permanencia en la montaña, Rodrigo Guzmán lleva en la sangre el campo, el ganado y los caballos de paso fino (Comentan, quienes han dormido a su lado que Rodrigo no ronca, sino que relincha y muge ).
Líder Cívico de Tuluá y el Valle del Cauca, Dirigente Deportivo, de lo cual se siente muy orgulloso; ya que fue uno de los gestores en aportar un granito de arena para que Tuluá hubiese conseguido tan importante triunfo en los Juegos Departamentales de Jamundí en 1997, porque Tuluá fue el Campeón. Cali participó con campeones nacionales al ver el poderío deportivo de la Villa de Céspedes. Gracias a esto, el movimiento nacional por la recreación y el deporte, hace un reconocimiento muy especial, nombrándolo Vice – Presidente del mismo. Pensando en la juventud Tulueña, se consigue un lote prestado en la Cra. 30 con Calle 16, y en compañía de niños, jóvenes y la ayuda del Licenciado Giordanelly Arbeláez, construyen la Pista de Bicicross en el Barrio Entre Ríos, inaugurándola con un Campeonato Zonal Nacional. La Pista funcionó por varios años, lamentablemente hoy día funciona un parqueadero de carros. con la ayuda del Licenciado Edmundo Posada, convierten a Tuluá en un municipio poderoso en el basquetbol.